Uno de los cimientos de la autorregulación es la imagen ideal que tenemos de nosotros mismos, nuestra autoimagen ideal.
Cuando niños tenemos la capacidad de soñar despiertos y vernos a nosotros mismos como super heroes, o profesionales admirados, con cuerpos super fuertes, inteligencia muy superior o tal vez muy atractivos. Podemos visualizar, actuar y compartir en personaje como salvando a otros, siendo reconocidos, premiados, admirados. A medida que maduramos pasamos cada vez menos tiempo en nuestros sueños y visiones idealizadas de nosotros mismos. Entre más maduros somos, pasamos más tiempo en la realidad y podemos olvidar nuestros sueños por que eran infantiles o ajustarlos a la “triste realidad” y aceptamos nuestra condición de humanos sin super poderes, de inteligencia promedio, con menos reconocimiento del que merecemos.
Si volvieras a soñar libremente, sin vergüenza por pensamientos infantiles o por lo inalcanzable de tus sueños, qué soñarías de ti mismo? Esa puede ser la visión idealizada de ti mismo, y aún si tiene cosas inalcanzables (como super poderes), puede darte información muy importante y útil: tus mayores aspiraciones, como quieres ser visto, lo que disfrutas hacer.
La visión idealizada de ti mismo no tiene que ser alcanzable de inmediato, puede ser una aspiración difícil pero cercana a tu realidad, que de un norte a tu vida, te recuerde lo que que deseas dentro y fuera de tu vida en momentos de toma de decisiones.
Te doy un ejemplo: después de los ochenta años quiero verme trabajar a tiempo parcial para seguir aportando a la sociedad, ofreciendo clases universitarias y talleres, con al menos dos o tres meses de vacaciones al año (lo que es posible siendo profesor universitario), con retos físicos variados como carreras, nuevos deportes, acompañado de mi pareja, familia y amigos. también me veo físicamente independiente, sin tomar medicinas, con movilidad completa. En mi tiempo libre en casa me veo cocinando, pintando, jugando con nietos, mascotas.
Este ejemplo implica varios valores: trabajo toda la vida por gusto, no por necesidad, actividad física como fuente de salud y como entretenimiento, familia y redes de apoyo, salud física, actividad creativa, actividad lúdica y cuidado de animales. Con esta visión idealizada (super romantizada, lo sé) y los valores implicados, puedo hacer planes a largo, mediano y corto plazo y encaminar mis decisiones por una ruta que me acerque a esa visión. No se trata necesariamente de lograrla, se trata de acercarse cada vez más. Por eso puede ser un poco irreal.
Tu visión puede incluir los elementos que tu desees, al igual que puede ignorar lo que no te interese. Cada visión es diferente. Como se vería la tuya?