Bonking, darse contra el muro, caer, fracasar

Las competencias de resistencia, y cualquier actividad física intensa que vaya más allá de dos horas, requieren una administración del esfuerzo muy cuidadosa. Nuestro cuerpo tiene reservas de energía de uso rápido (glucógeno) para unas dos horas. Más allá de dos horas el cuerpo debe usar reservas de energía lenta (grasa) y reponer energías de uso rápido (glucógeno). Así que los maratonistas, ciclistas y otros atletas de resistencia saben que deben moderar el esfuerzo que hacen desde el inicio de la actividad para poder ir más allá de las primeras dos horas, utilizar una combinación de energías de uso rápido y de uso lento y demorar la fatiga lo máximo posible.

En la vida ocurre lo mismo. Algunas veces quiero lograr cosas importantes a nivel profesional o personal y le pongo tanto esfuerzo, me concentro tanto, que es el equivalente de salir corriendo a mi máximo esfuerzo. Por su puesto no puedo mantener el ritmo y termino fatigado y frustrado. Para empeorarlo, muchas de las actividades son en equipo. Aún si los demás le ponen el mismo empeño y salimos todos a la misma velocidad, con el mismo entusiasmo, igual vamos a darnos contra el muro. ¿Por qué? Porque la mayoría de las cosas importantes en la vida son actividades de resistencia, no carreras de velocidad y, además, son carreras por equipos. 

Eso significa que debo aprender a regular el esfuerzo en la vida como en el entrenamiento y en las competencias: empezar a un ritmo que pueda mantener por mucho tiempo, evaluar mi desempeño periódicamente, ajustar el ritmo según mi cansancio y ejecución, recargar energías y mantenerme hidratado. Si mis actividades son en equipo, entonces debo cuidar a los demás igual que me cuido a mis mismo, evaluando su condición y haciendo ajustes según su cansancio y ejecución. Todo esto se basa en una excelente comunicación entre los miembros del equipo (así que ese es un buen punto de partida).

Tal vez parezca descabellado lo que estoy planteando, así que voy a dar un par de ejemplos para aclararlo: un grado universitario es una actividad de resistencia, criar hijos es una actividad de (mucha) resistencia y en equipo (a veces de relevos…), cuidar de una casa, desarrollar un producto nuevo en tu trabajo, mantener una relación de pareja, todos son proyectos a largo plazo, que requieren esfuerzo sostenido, colaboración entre varias personas, comunicación, paciencia. Por eso a veces hablamos de que un proyecto fue un maratón, y cuando en el trabajo nos piden algo de urgencia sentimos que corrimos un 5k en tiempo récord.

Por esto, al igual que en las competencias, en la vida también podemos darnos contra el muro, quedarnos sin capacidad de avanzar (bonking), caer, fracasar. Algunas veces no hay nada que hacer, solo queda retirarse de la carrera, evaluar que salió mal y volver a tratar en una próxima oportunidad. Algunas veces puedes ver las señales de cansancio antes de agotarte. En esos casos, atiende a las señales: baja el ritmo, recarga energías, hidrátate, y mantén la dirección. Se puede completar un maratón caminando, pero no se puede tendido en el suelo sin poder levantarse. Antes de colapsar, baja el ritmo y cuídate. Si la actividad es en equipo atienda a las señales de los demás: ayúdales a recargar energías, ajusten el paso, reduzcan el ritmo y mantengan la dirección. 

Yo espero llegar a los 100 años con una vida independiente. Eso ha requerido y seguirá requiriendo muchas competencias de resistencia, solas y en equipo. Ahora mismo creo que estoy agotando mis energías de uso rápido y las de mi familia, así que voy a ajustar el esfuerzo y recargar energías, y creo que no hay mejor momento para eso que el verano.

¿Tu ritmo va bien? ¿Podrías ir más rápido? ¿Deberías ir más lento? ¿estas recargando energías? ¿estas cuidando a los de tu equipo? Piénsalo y me cuentas.

Cuídate.

, , , ,

2 responses to “Bonking, darse contra el muro, caer, fracasar”

  1. Me parece excelente la comparativa. La vida es una carrera de obstáculos de larga distancia. Donde te encuentras con muchos amigos y otros no muy amigos. Donde los obstáculos varían, pero siempre están presentes. No tenemos control del obstáculo. Sólo de la actitud hacia la piedra de tropiezo. Es una carrera donde se recoge de lo que se siembra. Te llevas sólo las experiencias vividas, las sonrisas dadas y recibidas. El amor propio y el amor al prójimo.

    • Gracias Edward, así es: al final solo quedan las experiencias y el apoyo compartido.