Fracasar, cerrar, volver a comenzar. 

El año pasado empecé varios proyectos con mucho entusiasmo. Al final del año completé cabalmente algunos de mis proyectos, dejé algunos inconclusos y fracasé de forma épica en otros. Sin embargo, el balance promedio que hice de mi año fue de fracaso. Seguramente no es un balance justo declarar todo el año un fracaso. Tampoco fue un éxito rotundo. 

El caso es que mi estado de ánimo y disposición para seguir con algunos de los proyectos se ha visto afectada por la sensación de haber fracasado mi año. Y finalmente me estanqué. Quedé pasmado, congelado, por esta sensación y no podía avanzar. Y esto empezó mucho antes de terminar el año. 

Llevo un par de meses estancado. No se como corregir los fracasos del año pasado y eso me ha impedido moverme en cualquier dirección. Me siento detenido como si hubiese tirado un ancla pesada.

Afortunadamente tuve una revelación importantísima esta semana: no tengo que corregir lo que ya pasó. Tengo que empezar de nuevo y tratar de hacerlo mejor esta vez. Puedo hacer borrón y empezar de nuevo, con la ventaja de la experiencia del pasado. De eso se tratan los ciclos de vida que todos experimentamos con el año nuevo. Y aunque parezca cliché eso de año nuevo vida nueva, en mi caso este año es más necesario que nunca. 

Ya sea que lo considere un fracaso o un éxito rotundo, el año pasado, los proyectos completados, los proyectos abandonados y los planes del pasado ya terminaron. Puedo retomar proyectos inconclusos, disfrutar los frutos de lo logrado y aprender de lo fracasado. Pero ahora debo trabajar en los escenarios del año nuevo. Hacer el balance de lo bueno, lo malo, lo bello y lo feo, cerrar y volver a empezar. 

Y eso es algo maravilloso: no podemos sentarnos a descansar luego de los logros del pasado. Tampoco deberíamos quedarnos atascados por los fracasos del pasado. Cada nuevo ciclo trae sus proyectos. Algunos serán exitosos, otros no tanto. Y así se va haciendo la vida: un día a la vez, una semana a la vez, un año a la vez. Antes de que nos demos cuenta habremos vivido décadas y logrado proyectos impensables. 

Así que logra, fracasa, cierra y vuelve a empezar. Éxito.

, , ,