La vida en comunidad, grande o pequeña, es desafiante pero vale la pena.

La comunidad puede ser el equipo de trabajo, la familia extendida o simplemente tu pareja. Sea cual sea, siempre es desafiante: compartir con otros nos obliga a coordinar, preguntar, aclarar, dar, pedir, recibir, volver a aclarar, volver a pedir, disculparse, reclamar, etcétera. 

¿Por qué digo eso? piensa en la coordinación necesaria a diario para salir de casa a tiempo cuando tienes niños pequeños, con sueño, que no se visten rápido, que no comen rápido, que se ensucian la ropa al comer el desayuno. O piensa en el trabajo cuando tienes que completar un proyecto en equipo, y tus compañeros no aportan suficiente, o aportan ideas que te parecen descabelladas, o se llevan el crédito por tu trabajo. O piensa en la negociación con tu pareja sobre qué hacer para cenar, o que película ver en casa.

Pueden parecer situaciones tontas, pero son de gran utilidad en nuestra vida: nos mantienen humanos, sensibles a las necesidades de los demás, capaces de negociar, dar y recibir. Estar solos nos permite ir a nuestro ritmo, tomar nuestras propias decisiones, hacer lo que nos plazca. Sin embargo, estar acompañados nos ayuda a expandir nuestra visión, ver la vida desde la perspectiva de los otros, ser confrontado cuando nos equivocamos, ayudar a otros a ver puntos de vista diferentes, confrontar a otros que necesitan corregir alguna conducta, y muchas otras cosas.

En otras palabras, compartir con otros nos obliga a balancear nuestros estilos, necesidades y preferencias con los estilos, necesidades y preferencias de los demás. Este balance nos hace valiosos para los demás y hace a los demás valiosos en nuestra vida. Nos hacemos mejores seres humanos unos a otros. Y lo que es así de valioso normalmente es desafiante. Nada es gratis, lo siento.

Así que la próxima vez que enfrentes la lentitud de tus hijos en la mañana, o el malhumor de tu pareja al regresar del trabajo, o lo que sea que te irrite en este momento de quien sea que está a tu lado, recuerda que te están ayudando a ser mejor ser humano y agradécelo. A veces ser mejor implica a prender a establecer límites, decir que no. A veces significa disculparse. Sea como sea, solo es posible al vivir en comunidad.

Cuídate.